32 en tránsito...

Mi cumpleaños empezó en la cola de un avión, con los ojos cansados y con destino Nueva York. Dejábamos atrás el Altiplano Andino para aterrizar en un paisaje de nieve que sólo veríamos desde las ventanillas del avión. En el aeropuerto de Newark, Rajol me ató unos cuantos globos a la mochila, y así paseábamos por la zona de tránsito. De vez en cuando, cuando alguien nos miraba, Rajol se envalentonaba en explicaciones a los extraños sobre mi cumpleaños, y la gente se dirigía hacia mí con un Happy Birthday. Entre tontería y tontería, confundimos la hora de embarque con la hora de salida del avión, y llegamos a la puerta 104 cuando ya casi habían cerrado el vuelo. Uff… Por los pelos… Durante el segundo vuelo con dirección a Los Ángeles aún era mi cumpleaños, y Rajol en su empeño por hacer un hueco a un día especial entre aviones y aeropuertos, consiguió que me trajesen un helado con frutas a mi asiento, sin velita porque las normas no lo permiten, con otro Happy Birthday que me sonrojó, y que trajo otros de los vecinos de asiento que me rodeaban. Ya en Los Ángeles y en el hotel, volvimos a dejar caer que cumplía años y nos respondieron con unas cervezas gratis para cenar y despedir mi cumpleaños. 32 añitos y aquí estamos, dando rienda suelta a una idea; seguir soñando como cuando éramos enanos y soñábamos tanto…

Robiol.

cumple en L.A.

2 comentarios:

Jose dijo...

Cumpleaños feliiiiiiii
cumpleaños feliiiiiiiii
te deseamos todooooooooss
cumpleaños feliiiiiiiiiii

bieeeeennn

los tirones de orejas los guardamos para la vuelta

feliz cumpleaños!!

un abrazo

Xiqui dijo...

Felictats Robiolet!!

Segueix somniant! Que la gent no se'n recorda mai!
Un abrassu!!!