Gili Meno.

La isla de Meno está lo suficientemente cerca de la costa como para que uno no olvide que dejó atrás el mundo civilizado, y aun así nuestro mundo queda muy lejos. Este pequeño trozo de tierra, algo mayor que el planeta del Principito, ha sido nuestro retiro para empezar el nuevo año. Aquí, nos rodean los volcanes de Lombok y Bali, el mar en su estado más puro, los cocoteros y la sonrisa de los niños grandes y de los más pequeños.

Las mañanas empiezan desde las cuerdas vocales de los gallos, cuando el cielo está rojo y las nubes negras se mezclan con las últimas estrellas. El sol aparece por detrás de las enormes montañas y salta hasta el centro del cielo, donde se quedará la mayor parte del tiempo. Playas de arena blanca cosidas al océano por un cementerio de trozos de coral, de conchas y caracolas.

Y el espectáculo aun está por llegar. Con el primer pie sumergido en la orilla es imposible intuir lo que depara el aire líquido y azul que te invita a zambullirte sin más preámbulos. En estas aguas uno más que nadar vuela sobre alfombras de corales laberínticas por donde entran y salen pececillos y peces cada cual más fashion. Por ahí, bajo esa terraza que se extiende hacia el abismo del mar, se pasea un pez aguja amarillo con aires de condesa. Un grupo de robustos peces unicornio miran de reojo, desde la distancia, el tráfico marino, mientras una langosta desde su oquedad, se acicala sus largas antenas. Silencio, las aguas se congelan y contienen un suspiro. A lo lejos, detrás de los castillos de coral se ha mecido una sombra. Todos están listos para desaparecer, pero en seguida se relajan cuando ven que sólo se trata de una enorme tortuga risueña. Bucear sobre tanta vida, y tantos colores te vuelve pez y te hace olvidar de que lo que te impulsa a seguir buceando, no es una cola de sirena, sino tus dos piernas terrestres.

Al salir del agua, la sonrisa de felicidad se tuerce hacia una botella de plástico que intenta remontar la orilla. Más allá se ve otra, y entre la arena, lo que parece una caracola amarilla es en realidad un bote desechado de aceite de coche. Vuelves la vista al mar y solo ves agua cristalina, y más allá la selva de Lombok que sube por donde le permite el gran volcán. ¿Qué es ese sarpullido que me está saliendo?, me pregunta la isla. Es el ser humano, le respondo, que no sabe que te hace daño.

GIli Meno playa beach sea mar barca boat fishing pesca

En el puerto descansan un puñado de barcas aupadas sobre el mar con sus patines de bambú. Algunas son para pescar, otras para llevar a los turistas a bucear, y las últimas para el transporte de pasajero hasta las islas vecinas o el puerto de Bangsal. Es el medio para volver a al lugar que nos reclama, que tacha nuestra estancia en la pequeña isla como un acto de cursilería. El mundo que dejamos atrás y que nos separa de la naturaleza hasta llegar a despreciarla. El mundo que nos convence en invertir todas nuestras energías en un bien intangible, y en promesas que nunca llegan. Pero seguimos ahí, insatisfechos, entrando y saliendo de nuestros laberintos, de callejones sin salida, de deudas y de prisas. El mundo del bienestar, del consumo, de las aceras limpias, de la ausencia mágica de la basura que generamos. Un mundo de comodidades, de máximas por la eficiencia, y del modelo único de vida que pretende encasillarnos, estandarizando caracteres, sueños e ideas. Aquí, que sólo hay un mar precioso y un trozo de tierra con cuatro gallinas, me siento lleno y abrumado de nuestro mundo tan lleno de recipientes vacios.

5 comentarios:

Pepe B dijo...

Hola, somos los vecinos de Gili Air. Esta mañana hemos podido disfrutar de tan magnafico expectáculo que la Madre Naturaleza nos brinda. Y todo, por nada. Solo porque somos sus hijos, ella nos lo ofrece. Pero como se lo pagamos nosotros, pues como tu dices con polución y desperdicios. La humanidad debe dar un paso más hacia delante y dejarse de tanta consumismo y EBITDAs. Debemos respetar (no cuidar) nuestro entorno y buscar el equilibrio.

Por cierto, una tortuga me ha dado recuerdo para vosotros. Seria la que tu has visto?

Pepe & Noemi

Anónimo dijo...

Si no fuera por el buen hacer de las empresas y de los EBITDAs saneados, no podríamos volar a precio razonable, tampoco tendríamos portátil y sería impostible compartir estas experiencias vía blog. Se puede respetar la MADRE NATURALEZA, pero también hay que ir a favor del PROGRESO y la EVOLUCIÓN.
Capde

Pepe B dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dices, pero debemos cambiar el modelo de empresa actual reinante en todo el mundo basado en maximizar beneficios a toda costa, sin respetar ni a las personas ni al medio ambiente.

DESEO PARA EL 2010 UN CAMBIO DE CONCIENCIA EN LAS EMPRESAS, QUE SE TRADUCE EN UN CAMBIO DE CONCIENCIA EN LOS SERES HUMANOS QUE SOMOS LOS QUE CREAMOS LAS EMPRESAS.

FELIZ 2010.

Travelismes dijo...

El sistema capitalista que organiza el mundo hoy en día es global, llegando a todos los rincones del mundo de una forma o de otra. Las personas que nos "beneficiamos" de él, somos muy pocas, y son muchas las que de mil maneras salen perjudicadas. Es verdad que gracias a la bonanza económica de nuestro lado del mundo, ahora podemos disfrutar de vuelos baratos, de tecnologías de la comunicación y del bienestar en general. Pero los daños colaterales del capitalismo para explotar recursos, que se convertirán en bienes de consumo, son muy elevados. No tenemos derecho, aunque los recursos naturales pertenezcan a la soberanía de un país, de masacrar el planeta, poniendo en peligro el bienestar de las generaciones futuras y de nuestros vecinos seres vivientes que comparten la tierra con nosotros. La economía es muy importante, pero el protagonismo que tiene en nuestras vidas individuales y como regulador global, es excesivo. Preferiría renunciar a viajar y a tener cosas nuevas, si con ello hiciese que el capitalismo fuese menos voraz, y el planeta un lugar donde vivir mejor. El progreso de hoy en día se alza hacia arriba como un rascacielos de cristal, obviando que los cimientos que lo sustentan tienen un límite de carga, que en un momento u otro se puede sobrepasar. Si eso ocurre, el rascacielos se caerá, y no habrá una nueva parcela donde construir uno nuevo.

Mauro dijo...

Feliz año nuevo. Sigo siempre vuestras andancias, y este post. Es una pequeña obra de arte y de sabiduria, que acaricia el alma, enhorabuena . Suerte y recuerdos para Noemi. Chao.